Observemos a Míster Blank. Debe de tener unos sesenta años, va vestido de blanco. Está encerrado en una habitación. Como un ojo imperturbable, la cámara observa cada uno de sus movimientos. Él sabe lo mismo que nosotros, y se hace las mismas preguntas. “¿Quién es? ¿Qué está haciendo ahí? ¿Cuándo ha llegado y cuánto tiempo se quedará aún?” Sobre la mesa, fotografías tortuosas y un par de documentos en los que es probable que esté la respuesta… en caso de haberla.
Es un libro que cuesta entender, en todo momento tiene al lector confuso e intrigado por lo que está pasando (es lo que te mantiene enganchado), como bien dice la sinopsis, el protagonista sabe lo mismo que nosotros, es una incertidumbre constante. Y ahora, al haberlo terminado y haber buscado información sobre el libro he entendido por qué no he entendido nada al leer esta reseña. Ésta es la última obra del autor, y parece ser que personajes que aparecen son protagonistas de otras de sus obras, por eso recomiendan no leer este libro si no se ha leído nunca al autor.
Trata temas como el problema de la identidad individual, la filosofía absurda, la relación ficción-realidad, el azar… vamos, es un caos. Si alguien lo ha leído y lo ha entendido que me explique, aunque bueno supongo que cada uno puede sacar interpretaciones diferentes, si encuentras forma de cogerlo por algún lado... claro.
2 comentarios:
Ya que nos has advertido, habrá que leer antes otros libros suyos para poder encontrarle algun sentido a éste..
Pronto fem un gelat, de verdad.
Me gusta la palabra scriptorium ^^
Eis! Jo le llegit akest llibre! Ami em va agradar i un k es diu Bogeries de Brooklyn del mateix autor tambe esta mol be pero si, el del Scriptorium es un llibre estrany, diferent pro mol interesan. Pel k e vist en laltre k te dit la vritat es k l'estil es bastan diferent, si vols ja tel deixare. Ens veiem wapa! petons!
Publicar un comentario